No eliges a tu familia, pero a tu pediatra si lo puedes escoger. Necesitas una combinación de conocimiento, empatía y conexión. Lo principal es que esté bien preparado, que tenga una preparación y credenciales para poder trabajar en el hospital donde irías principalmente. A continuación te comparto 5 puntos que son muy importantes al momento de buscar a tu pediatra:
- Menos estudios médicos, más exploración física.
- Menos medicamentos, más reposo.
- Menos visitas a urgencias, más control de niño sano.
- Menos preocupación, más confianza.
- Menos inquietudes, más respuestas.
Pero lo más importante es que disfrutes el proceso. Toda la información que existe puede ser agobiante, úsala para tu tranquilidad y no para estresarte más. Al final de cuentas tú conoces a tu bebé mejor que nadie, vas a estar en manos de expertos que te van a guiar por el camino.