Una vez que nace tu bebé tienes que sacarte leche mínimo 8 veces en 24 horas (… y sí, incluye la noche), ya sea alimentando a tu bebé o con un extractor de leche. Recuerda que esa leche que te extraigas la puedes guardar y usarla después. Aún y que estes separada de tu bebé a la hora de una o varias tomas, deberás extraerte leche cada 3 horas. Si no te extraes leche, tu cuerpo recibirá la señal de que tu bebé necesita menos leche y producirás una menor cantidad. Existe la falsa idea de que estar enferma o tomar medicamentos puede hacerle daño a tu bebé. Esto causa que muchas mamás suspendan temporalmente la lactancia cuando no es necesario.
Una enfermedad viral NO contraindica la lactancia materna. Si tienes alguna infección viral, tu periodo de contagio es desde antes de que tengas síntomas. Esto quiere decir que tu bebé también ha estado en contacto, y es muy tarde para prevenir que se enferme. La buena noticia es que a través de la leche materna le vas a transmitir defensas a tu bebé para que pueda combatir esa infección si es que se llega a enfermar.
Podemos contar con los dedos de una mano medicamentos que son contraindicación absoluta de la lactancia materna. En caso de que tengas duda puedes consultar LactMed una plataforma muy confiable donde puedes revisar si lo que estas tomando es seguro para tu bebé. Aún y tomes el medicamento más tóxico, ¡NO pares la producción! Sigue extrayéndote leche y deséchala hasta que suspendas el medicamento y pase el tiempo suficiente para que sea eliminado de tu organismo.